Siempre pensé en ser una actriz, la mejor de todas y la mas reconocida... actuar era lo mejor que podía existir para mi, estar frente al publico, ser la protagonista y contar historias maravillosas... pero no me daba cuenta que ya era parte de un elenco, ya era la protagonista, y la historia ya se empezó a escribir....
La vida, mi vida era como una obra... donde cada etapa de ella era un acto nuevo... cada día un cuadro mas...y el cambio de escena era marcado por cada una de las personas que pasaban por mi vida...
Mis amigos eran los secundarios y el mundo el antagonista, pero sin duda nunca pude haberme parado de tantas caídas sin la improvisación de los papeles secundarios, esas caídas que eran provocadas por el antagonista solo con fines de encontrar mi destrucción, mi agonía y desesperación, lograr que el antagonista ya no interrumpiera mas los fines de la protagonista era algo casi imposible pero algo que quería lograr, aun sabiendo que en el momento que me enfrentara al antagonista uno de los dos tendría que rendirse y la historia moriría, no importaba ya eso ya que también sabia que esta historia terminaría el día que muriera.
Acá logre actuar mi propia función, aunque mis días de vida son pocos... cada día que pasa me queda uno menos de vida, y como dije anteriormente esta historia terminara cuando mis días se hayan acabado y logré ganar la batalla contra el antagonista...
Pero esta batalla ya la empiezo a dar por ganada, ya no me importa lo que piense el antagonista sobre mi, y si desea seguir interrumpiendo en mis días de vida sabe que siempre los papeles secundarios improvisaran para que esta obra no termine antes de tiempo y con un final que no es...
En estos momentos estoy escribiendo la historia de mi vida igual que todo ser viviente, y cada una de las cosas que haga o piense servirán para que la función continué su ritmo común y todo salga como tiene que salir…
Fin de la obra…
