sábado, 22 de agosto de 2009

Primavera de llanto

Era mas bien un día cálido, corría el viento como en una olimpiada y el olor a flores nuevas flotaba en el aire, el hermoso sol brillaba como nunca y la luna jugaba al escondite detrás de las nubes, todo parecía ser perfecto hasta el momento, día más bello jamás había observado. Desde mi ventana contemplaba como las nubes juguetiaban, cuando de pronto descubrí al más dulce ser frente a mi. Con su rostro preocupado miraba sin sentido, el frió suelo tan callado y preocupado, entonces me pregunte cual era el mal que atrapaba su ser.

Pasaban los días de esta bella primavera y aun no lograba comprender su tristeza. Siempre lo esperaba a la misma hora en mi ventana aunque sabia que jamás me mirarías, era tan feliz con el hecho de verte que ya mas nada me importaba en las horas que pasaban.

Seguían pasando los días y los meses, pero mi amor por ti no era más que un sueño sin aliento, aun así desde lejos contemplaba tu andar en aquella plaza de colores y recuerdos. El fin de la primavera se acercaba con cautela, llenando de tristeza este corazón de mil penas.

Sin importar cuanto me esforzará no reunía las fuerzas para verte a los ojos. Entonces, a mitad del verano una carta le escribí... Recolectando todos mis sentimientos en aquellas palabras, dejando al descubierto lo que tanto cuidaba. Pero aun me faltaba el aliento para entregarla no sabía como hacerlo tan lejos desde mi ventana.

Corría ya el otoño triste y desolado, con las hojas que caían como si los arboles lloraran, te vi desde mi ventan pensé que era el día... sentado sobre esa banca su cuerpo había dejado caer, cuando al fin logré tenerte frente a mi respiración que anhelaba tu esplendor, te mire y estire mis brazos, mi carta te entregue y al no recibir respuesta, en ti la deje caer. Tus labios besé instantes después y que triste fue saber que ya sin vida te encontré, sin mas que hacer en tus brazos me desplome y en llantos termine mis días de niñees.