martes, 21 de julio de 2009

Nuestro fin

Dime que si es un sueño del que puedo escapar, que puedo correr como nunca antes y puedo gritar sin derramar lágrima alguna. Dime que es cierto que la sangre que corre por mis venas es plena y pura de un ser vivo que anhela ser libre en este mundo de cautiverio, que puedo cortar mi piel para sentir el dolor y ver la sangre corre. Dime que el cielo es azul y que la cordillera es blanca para entender que no he vivido una simple fantasía creada por esta mente sin consuelo ni alivio.

Y entonces cuando me tengas nuevamente enfrente dime que sí tengo lo que siempre busque... DIME a los ojos que nunca lo perdí, que siempre estuviste ahí y que jamás te iras de aquí porque necesito las fuerzas que me das para ver la libertad que tengo frente a mi.

Y si lloro por piedad o sufro de ansiedad entenderás que ya no me quiero ocultar de este frió y crudo mundo, porque ahora no quiero ser la niña perfecta que llore por las noches las penas del alma y que se esconda ante el amanecer de un oscuro mundo detrás de una sonrisa radiante diciendo que todo esta bien cuando todo va mal.

Ahora luego de tanto corre escapando del dolor solo me queda descansar para encontrar el camino que perdí por culpa de las lágrimas que borraron mi seguir. Es así como llegaré caminando despacio por esta senda que dibuje hasta encontrarme contigo nuevamente, para que me ayudes a sentir la adrenalina de vivir con un solo suspiro y olvidemos al fin que el resto de la gente existe en este mismo lugar. Entonces besaras la locura de mi ser que contempla tu perfección con cautela y esplendor transportándonos al fin hasta el mundo más lejano que podamos encontrar. Será el preciso instante en que logré entender que este juego no era solo para mi felicidad si no mas bien para nuestra !LIBERTAD! ya que todo lo que empezaremos a vivir sera para nuestro propio fin.



miércoles, 15 de julio de 2009

El nido

Mirabas cauteloso
desde aquel umbral
tan desteñido
preguntándote sigiloso
por que llovía en su nido.

Pasaban los días
sin cambios a la vista
y no entendías
porque el sol aun no salia.

De tanto observar
la empezaste a necesitar
pues en cada acción
la recordabas sin control.

Te asombrabas de su paz
en un mundo de maldad,
te atraía su dulzón
tan rodeado de temor,
pero lo que mas te cautivó
fue el mirar triste desde su corazón.

Pasaba el tiempo
como el agua en el rio
y sin cambios en su nido
ella lloraba por delirios.

Te preguntabas de nuevo
porque aun llovía
en el más bello valle
de flores sin destino.

Ya sin darte cuenta
caminabas sin control
llegando al fin
hasta tu mas dulce amor.

Iluminado con tu sol
espantabas el dolor
formando una unión
que jamas nadie separo.