que linda que estas,
ya puedo vislumbrar
tus manitas y pies.
Que linda que estas
y que grande también.
Cada vez que siento tu latir
vuelvo a vivir solo por ti.
Ahora que te tengo
al fin entre mis brazos,
puedo decirte:
"De mi arrullo jamas te irás".
"De mi arrullo jamas te irás".
Tranquila bebé, no llores más,
que veo florecer toda una vida
llena de amor frente a tu ser.
Pequeña Martina
mi dulce flor de algodón,
eres tan frágil como un cristal,
eres tan dulce como un manjar.
Eres todo lo que siempre soñé,
eres todo lo que siempre espere tener,
es que solo con tú mirada yo soy feliz
porque puedo sentir tu alegría frente a mi.
Mi niña pequeña,
ya veras como los años nos enseñaran
lo hermoso que es el amor
que tus padres sienten por ti.

No hay comentarios:
Publicar un comentario